¡Aceite de cocina en la mira!

El aceite de cocina... ¿contamina?

El aceite es un producto que encontramos en todas las cocinas y una vez que ya lo hemos usado, se convierte en un elemento contaminante. Este dato puede sorprenderte, después de todo es algo que usas en alimentación, lo frecuente sería pensar que al ser natural es inofensivo. Aquí te diremos qué hacer con el aceite usado para evitar la contaminación que puede llegar a producir.

Su potencial impacto negativo en el ambiente es muy fuerte si no son correctamente tratados. Los principales problemas asociados al incorrecto descarte del aceite usado son: la obturación de cañerías y desagües y, la degradación biológica que involucra la contaminación de masas terrestres y cursos de agua.

Ahondemos un poco sobre los daños ambientales... Sabemos que el agua no se mezcla con el aceite, por ende, cuando lo tiras al desagüe y este llega a los mares y ríos, se queda en la superficie. Por lo tanto, el agua no se oxigena de manera correcta afectando a la flora y fauna acuática causándole su lenta muerte. Además, al posicionarse en la superficie del agua, impide el paso de los rayos solares hacia la profundidad, de manera que los seres vivos acuáticos que realizan fotosíntesis, no pueden realizarla y mueren.

Pero esto no es todo, si el aceite cae en tierra, termina por convertirla en un terreno estéril. Impide la oxigenación y circulación del agua, así que ningún tipo de planta podría crecer en ella

¿Cómo reciclar aceite de cocina en casa?

Encontramos muchas ideas para que puedas reciclar el aceite usado. Sin embargo, algunas nos parecieron incoherentes ya que ponen en peligro la salud de las personas y las descartamos.

Fabrica tus propias velas de aceite

Una idea sencilla y útil para reciclar aceite usado de cocina es convertirlo en velas para utilizar en caso de emergencia – si se va la luz – o para iluminar y perfumar tu hogar, tanto de día como de noche. Para fabricar estas velas necesitarás:

• Una botella de aceite de cocina usado

• Cera de soja de baja fusión

• Hilo de algodón

• Esencias aromáticas y colorantes (opcional)

• Recipientes de vidrio o tarros de yogur vacíos.

Paso a paso

1. Filtrá bien el aceite usado para que no tenga grumos ni restos de comida.

2. Derretí la cera de soja en el microondas o en la cocina a baño María.

3. Cortá el hilo de algodón en pedazos un poco más largos que los recipientes y remojalos en la cera para que tomen forma. Dejalos enfriar bien estirados. Quizá tengas que repetir este paso varias veces hasta que el hilo adquiera cierta rigidez.

4. Mezclá la cera líquida con el aceite hasta que se vea homogénea. Si querés, podés añadir unas gotas de esencia aromática y/o colorante.

5. Si la cera comienza a endurecerse, podés volver a calentarla y verter el contenido en cada uno de los recipientes.

6. Por último, introducí las mechas lo más centradas que puedas, ayudate con un palillo largo, y dejá secar hasta que se endurezcan.

7. Ahora que ya tenés tus velas caseras listas, disfrutá de su aroma a diario.

¡Úsalo como Lubricante!

Antes de tirar el aceite después de tu próxima fritura, espera a que se enfríe, filtralo y almacenalo en botellas.

Guarda las botellas cerca de las herramientas, ya que será muy útil para lubricar desde bisagras de las puertas y armarios hasta piezas de maquinaria de tus vehículos o aparatos domésticos. Si tenés demasiados restos de aceite y no querés acumularlo en casa, no te olvides que podés donarlo a mecánicos.

¡Llévalo a un punto de recolección!

Si todavía no te copás con el reciclaje y la reutilización, te traemos una alternativa más fácil, llevalo al punto de recolección más cercano. En Arroyo Seco, se reciben en el Ecocentro ubicado en San Nicolás 371. ¿Cómo lo entrego? ¡Seguí leyendo un poquito más que abajo te contamos!

Cuando termines de usar el aceite, NO TE OLVIDES de esperar a que se enfríe, de esta manera evitarás lastimarte en la manipulación y dañar el envase plástico donde lo vas a colocar. Luego, asegurate de filtrarlo bien para sacarle los restos de comida y almacenalo en bidones o botellas para su posterior entrega.